Van Looy buscó las bonificaciones y el millón de pesetas

La Vuelta a España partirá hoy de Galicia por séptima vez en su historia. La primera salida fue en 1965, con dos etapas, Vigo-Vigo y Pontevedra-Lugo, que ganó el mismo ciclista: el belga Rik Van Looy (20-12-1933, Grobbendonk).

Van Looy era uno de los grandes de la época, el foco de atención en la salida junto a Raymond Poulidor, que defendía título, y a un ya veterano Bahamontes, que se retiró del Tour y del ciclismo ese mismo año. El belga llegó a España en el mismo vuelo que Barry Goldwater, que había sido candidato a la presidencia de Estados Unidos frente a Lyndon B. Johnson. Los reporteros gráficos tuvieron su día.

Van Looy ganó la primera etapa al rebasar en los últimos metros a Antón Barrutia, que había entrado destacado en el estadio de Balaídos. En la segunda, tras más de cuatro horas bajo la lluvia, el apodado Rik II se impuso a su compatriota Frans Mel­ckenbeeck, compañero de Poulidor en el Mercier-BP y también del alemán Rolf Wolfshohl, que acabaría ganando esa Vuelta tras una fuga de seis que le puso líder en Sagunto. Pou Pou cedió ese día el maillot y, al menos en público, admitió el mejor momento de su gregario.

Tras sus victorias gallegas, Van Looy repitió el mismo discurso a la prensa: “Vengo a ganar la Vuelta. El secreto es que no he mirado tanto lo económico y no he enlazado tantas carreras desde el invierno. Estoy más descansado. Si aprovecho las bonificaciones, me puedo llevar el triunfo final”.

Rik Van Looy ganó ocho etapas, que le dieron ocho minutos de bonificación. Pero solo en la cronoescalada de Pajares, el cuarto día, cedió 7:49 minutos ante Poulidor. El belga terminó tercero en la general, a 8:55 de Wolfshohl.

Durante la ronda comenzó a circular la verdad: Van Looy se había inscrito en la Vuelta con una prima de un millón de pesetas, que cobraría si ganaba al menos cinco etapas.