Me contó hace tiempo un buen amigo de Bale que el galés era tal portento físico que al acabar un partido era capaz de empezar otro con prestaciones similares. Una exageración de admirador, pero con un punto de realidad. Bale tiene unas condiciones físicas naturales extraordinarias y hasta hace poco tenía pocas obligaciones defensivas, con lo que no explotaba todo su poderío y no se agotaba en los encuentros. Cuando lo hace (en la Eurocopa, en finales, en grandes partidos) acaba vacío tras haber corrido como el que más. Este verano Bale no ha hecho nada especial desde que cayera eliminado de la Eurocopa. Descansar principalmente, dormir un montón, cuidar ligeramente su alimentación, pero sin exageraciones. Jugó al golf (en el Madrid le han dicho que les parece un buen modo de recuperación, tanto física como mental) y en los últimos días de su descanso se le vio jugar a fútbol con unos amigos en las instalaciones de la federación galesa.

No tiene un preparador físico que trabaje con él durante el verano, aunque sí es verdad que tan pronto como inició su pretemporada, al igual que muchos otros jugadores de élite, realizó tratamientos y ejercicios él solo por las tardes, cosa que seguirá haciendo durante los próximos diez meses. Nada especial, vamos. Sin embargo, obtuvo los mejores resultados físicos de la plantilla a su regreso. Un portento.