El Barça vuelve con todo su poderío

“Nosotros ya hemos pasado por el dentista, ahora les toca a los demás”, dijo Caparrós cuando el Levante estrenó Liga en el Camp Nou y se llevó siete. Lo mismo podría haber dicho ayer Poyet, tras el meneo que sufrió su Betis, algo maquillado por los dos goles de Rubén Castro. Aun falto de Neymar e Iniesta, el ataque culé se movió bien. Arda Turan está encontrando el sitio, a la espera de que vuelva Neymar. Su curso pasado fue pálido, tras medio año sin jugar. Su papel con Turquía en la Eurocopa fue lastimoso, provocó chanzas entre la afición española el día del Turquía-España. Pero ahora...

Ahora ha entrado en el juego del Barça. Viene y va, arma y aparece en el gol. Ya se entiende mejor que Munir esté a la espera. Como además Messi es Messi y Luis Suárez ha vuelto como se fue, el partido del Barça impresionó. El público se fue frotándose las manos y Luis Enrique celebró el juego integral de su equipo. Además señaló un segundo motivo de felicidad: la grada de animación. Echaba en falta vibración en el estadio. La idea es la de siempre: una grada así anima, levanta al resto del campo, es positiva... si no meten la pata. Pero la experiencia nos dice que una y otra vez... Ya veremos.

Al Madrid le toca hoy en Anoeta enfriar los ánimos del Barça. Le faltarán cinco de los campeones de Milán, entre ellos Pepe, Modric y Cristiano, puntales atrás, en medio y arriba. Pero la plantilla tiene relevos formidables en casi todas las posiciones, hasta el punto que aun con tantas ausencias habrá jugadores de enorme categoría que no tengan sitio. Las miradas estarán en Bale, tras su visible mejoría del año pasado y su gran Eurocopa. Él será la gran preocupación para esta Real que acaba de blindar a Oyarzábal, su gran esperanza. Una victoria moral del club en vísperas de un día grande.