El Madrid responde al Barça en Anoeta

Mientras la Liga se despereza, los Juegos llegaron a su fin. Han sido los Juegos de Bolt y Phelps, sobre todo, pero para nosotros han sido los de Mireia, Carolina, Ruth, Craviotto, Gasol, Nadal y demás. La primera semana fue más bien triste y nos impacientó, pero el balance final iguala las 17 medallas de Londres sólo que con ventaja clara en oros, que han sido siete. En tiempos de crisis, que han llegado a enfrentar a Cardenal y a Blanco (donde no hay harina todo es mohína), nuestro deporte ha resistido bien en líneas generales. Y algunas federaciones (piragüismo, taekwondo y baloncesto) merecen sobresaliente.

Apagada la llama, la Liga se enseñorea otra vez de la atención. Ayer comprobamos que al Madrid no le afligió la salida de caballo inglés del Barça. Al minuto ya estaba en ventaja en Anoeta. La remendadísima delantera (Bale, Morata, Asensio) funcionó muy bien, y eso que al equipo le faltaba el que lleva la manija, Modric. El partido fue una demostración de poderío del Madrid, que a los tres goles sumó un tiro al palo, y obligó a Rulli a varias paradas de mérito. La Real hizo por rebelarse en alguna fase del partido, sobre todo en la segunda parte, pero la distancia entre ambos equipos fue grande.

Jugar contra el Madrid o el Barça es difícil, por la categoría de sus futbolistas. Aun con los que faltaban en Anoeta, Isco y James no entraron en el once de salida. Zidane tiene tantos buenos jugadores que, lo dijo él mismo, cada vez que tiene que hacer el equipo le duele la cabeza por los que tiene que dejar fuera. ¿Y el Atleti? El Atleti es otra cosa. También tenía más que el de enfrente, pero marcar le costó la misma sangre. Jugó un segundo tiempo colosal y angustioso, pero en cuanto hizo el gol, en el descuento y de penalti, se lo igualó el Alavés con un tirazo de Manu García. Al Atleti todo le cuesta más.