Me parece bien que Simeone siga pujando por tener a los mejores a su lado. Pero también debe hacerse autocrítica y el equipo que sacó de inicio ante el Alavés es cuanto menos cuestionable: un centro del campo muy poblado, un sólo delantero y falta de ideas en los metros finales. Ése no es el Atlético que piden los aficionados en el último año del Calderón. Ya en el segundo tiempo, y con tres puntas, los rojiblancos dieron una versión más próxima a la realidad. Y la incorparación de Griezmann debe sevir para ilusionar a la hinchada rojiblanca pensando en luchar por todos los títulos en juego.

El cholismo siempre ha sido claro: asegurar el cero en tu portería y explotar al máximo las virtudes en el área rival. Pero también el Atlético evidenció algún problema, pues a la falta de efectividad se unió que la estrategia no funcionó, pues sacó 20 saques de esquina y ninguno acabó en gol. Son esas asignaturas pendientes que Simeone y su cuerpo técnico deben subsanar y ver que no todo se soluciona con fichajes. Si llega algún futbolista de calidad, mucho mejor. El tropiezo se arregla ganando al Leganés