Abróchense los cinturones

“Abróchense los cinturones que nos los pasaremos bien”, que dijo Guardiola. O bien “lo que tiene que pasar, acaba pasando más pronto que tarde”, que diría mi abuela. Empieza fuerte la Champions League para el Barcelona con el Manchester city como rival en la fase de grupos, lo que supone un nuevo regreso de Pep Guardiola al Camp Nou y que el duelo entre Ter Stegen y Bravo dejará de celebrarse en entrenamientos a puerta cerrada para ser contemplado en una velada a ida y vuelta en la que ambos porteros podrán medir sus méritos. Apasionante.

Y cuidado porque si lo que quería Ter Stegen era mambo, lo va a tener a cascoporro. No sólo se va a enfrentar al portero con el que ha competido durante dos temporadas por la titularidad sino que además deberá jugar contra el Borussia Mönchengladbag, el equipo  en el que se formó. Toda una prueba de fuego para el guardameta alemán.

El tercero en discordia del sorteo para el Barça es un viejo conocido, el Celtic de Glasgow. Los animosos seguidores del conjunto escocés, que en los últimos años han visitado más el Camp Nou que el estadio del Rangers, volverán a desembarcar en Barcelona para inundarla de camisetas blanquiverdes. Los lateros de las Ramblas ya han pedido refuerzos.

No es un grupo fácil ni mucho menos para el Barcelona, pero esta circunstancia posiblemente es lo que mejor le vaya al grupo de Luis Enrique, que cuando hace algo en Europa lo hace a lo grande siempre que se sienta exigido de principio a fin. Las medias tintas no le van al equipo barcelonista, que ha demostrado sobradamente que no sabe navegar en aguas tranquilas.