La visita del Barça cierra la semana de fiestas en Bilbao. Dio mucho bajonazo a los seguidores la derrota en El Molinón, sobre todo porque fue extraño ver descomponerse al Athletic, que con Valverde siempre ha sido competitivo y fiable. Ya se sabe que San Mamés se levanta enseguida y más con un rival así enfrente. En esta ocasión, no habrá foco de pitos dirigidos. Son baja Iniesta y Neymar. Ojalá se libre Mateu. Sí dos bestias negras: Messi y Suárez. Cierto es que hace un año y dos semanas se comieron sobre el verde el 4-0 de la Supercopa. Una noche mágica, con el golazo de San José, los tres de Aduriz y Sabin Merino destapándose. Entonces, jugó Sergi Roberto y pusieron a parir a Luis Enrique. Días después, se salió en el mismo escenario de lateral. Hoy es un peligro ahí

Txingurri tranquilizó a la gente y su palabra es de honor. Asegura que el Athletic está preparado para hacer una presión atosigante pese a tener a futbolistas con corta preparación. Frustrado el fichaje de un Oyarzabal que venía de perlas como revulsivo arriba, la esperanza es que Iturraspe y Muniain regresen a su nivel. Hoy tienen la oportunidad de reivindicarse. Su nivel debería estar fuera de duda, pero al menos el técnico la alberga. Laporte, Beñat y Williams son otros futbolistas clave por desparpajo y energía, aunque las miradas estarán puestas en dos viejos lobos: Aduriz y Raúl García. Sin estar a tope físicamente, su oficio y peligro lo suple todo. Meter a Eraso en la mediapunta generaría más chispa y trabajo, pero el excolchonero mete miedo y pierna.