Nairo ha vuelto. Y eso es lo que quiso transmitir ayer tras su actuación en un escenario de empaque como es La Camperona. Puerto de altura para un ciclista excepcional. El Tour no hizo justicia con él, con un ganador del Giro, con un hombre que derrocha clase. Aunque también le digo que su estrategia de “ir a la defensiva” podría volverse en su contra. Es cierto que porta el maillot de líder y que quizás la iniciativa corra a cuenta de Froome y compañía. Pero esta Vuelta tiene en nómina una crono individual. Territorio Froome.

La diferencia es mínima, casi anecdótica, pero el golpe psicológico es importante. Puede que a Froome no le afecte en exceso. Él se llevó la guerra francesa, pero de momento, en territorio hispano el colombiano ha asestado un primer golpe importante para su propia confianza. Deberá ir, como hoy, arañando segundos que le permitan tener colchón de cara a esa decisiva (a mi parecer) contrarreloj. Mientras tanto el Movistar tendrá que asumir la responsabilidad. Ahora ya no es el Sky quien dispone del mejor equipo ni quien tendrá que llevar la voz cantante. Pero no se confíen, Contador sigue al acecho. Nada puede con él. Estoy seguro de que plantará batalla a lo largo de esta apasionante Vuelta a España.