"Me estáis exigiendo que me estáis cansando"

Échele cuenta a los miles que pitaron porque no les gustó lo que vieron en el campo, señor Haro. A los que pagan y tienen todo el derecho a quejarse de ver o creer que ven, porque eso es lo que parece, que el Betis que empató a cero ante el Deportivo tiene la misma cara de vulgaridad que han aguantado durante los últimos años. Échele cuenta a los que se dejan el sueldo y la vida en su carnet. No a los que le jalean por las redes sociales, ni a esos Pepitos Grillos con los que departe cada día para que le repitan lo malos que son (somos) los críticos. Qué injustos además porque todo está perfecto, el equipo es bueno y bonito y lo único que pretenden esos malvados periodistas es desestabilizar al Betis porque pertenecen a la ahora conocida como 'BiriPrensa'. Vaya concepto por cierto tan casposo, tan loperiano. Y vaya "me estáis exigiendo que me estáis cansando" que se marcó el ahora presidente del Betis en su lamentable conferencia de Prensa de este lunes.

Mire, señor Haro: la única, burda y vergonzosa campaña 'orquestada' que ha existido para con este mediocre (por suavizar) Betis post-Lopera ha sido la de aquellos que han defendido o amparado la ignorancia futbolística de Bosch, Guillén o Platas; su segundazo de los 25 puntos; las comisiones de Baptistao, la contratación de Velázquez, Chuti Molina, Macià, Damiao y tantos más; el tirar por el váter millones y millones de euros de fichajes y fichajes con cuyos finiquitos se habrían cancelado no ya uno sino 10 concursos de acreedores como el que todavía tiene entre manos y aún siguen utilizando como coartada los arrimados de este Betis.

Dudo que yo o cualquiera de mis colegas ‘críticos’, honrados y decentes disponga de algún extraordinario poder que provoque las quejas de miles de béticos de esos que han visto fútbol de todos los colores, aquellos que a pesar de tantos sinsabores siguen gastándose los cuartos para ver en directo y apoyar (la mayor parte del tiempo, apoyar) al equipo de su alma. Pero eso sí: al contrario que usted, señor Haro, aplaudo la exigencia y los pitos del pasado viernes. Parece que, harta de esta harta de estar harta, esta afición comienza por fin a abrir los ojos ante esa verdaderas 'campaña' que la tenía narcotizada: la de lamentables susurradores que, me temo, también han acabado por comerle el coco al actual presidente del Betis.