La victoria que impulsó a Froome

El día que se presentó el recorrido de la Vuelta a España 2016, el pasado 9 de enero, Chris Froome hizo clic en Twi­tter en la pestaña de ‘favorito’ de dos etapas: Colunga-Peña Cabarga (11ª) y Urdax-Aubisque (14ª). Su gesto llamó la atención del community manager de la carrera, Vicente de Pablo, que replicó: “Hey, @chrisfroome, we love that you love stages 11 y 14 of #LV2016!!!”. Es decir: “Hey, Froome, nos gusta que te gusten las etapas 11 y 14 de la Vuelta 2016”.

Esa etapa 11 se celebra hoy y llega a la cima cántabra donde Froome logró su primera gran victoria, en 2011, y se quedó a sólo 13 segundos de arrebatar el maillot rojo a Juanjo Cobo. Una distancia ínfima que se mantuvo hasta Madrid.

Froome, hasta entonces sin palmarés, participó en aquella Vuelta como gregario de Wiggins. En la 11ª etapa se puso líder en la contrarreloj de Salamanca, aunque siguió trabajando para su líder en la siguiente jornada, la de Manzaneda, donde Wiggo se vistió de rojo, una prenda que acabó cediendo ante la exhibición del Bisonte Cobo en el Angliru.

Así, Cobo afrontó Peña Cabarga con 22” sobre Froome y 51” sobre Wiggins. El africano atacó en el kilómetro final, pero el cántabro respondió y cedió 1 segundo, además de la bonificación. Froome perdió aquella Vuelta, pero ganó confianza para el futuro: “Ahora deseo probar mi nivel en el Tour”. Y desde entonces se ha coronado tres veces en París.