El reglamento es de todos: 'La interpretación y el Lado Oscuro'

Las reglas y su interpretación. Ya está aquí la nueva temporada y con ella sus reglas, esa parte menos simpática pero esencial para el juego y el árbitro; difícil tarea y no precisamente por la aplicación de las reglas sino más bien por la interpretación de las mismas. Interpretar una regla, un mapa, unas declaraciones o cualquier otro evento en principio claro, explícito, literal, no es en la práctica un absoluto.

Las manos. La interpretación supone andar en el camino de cier ta subjetividad. Pongamos un ejemplo recurrente, uno de todos los años: las manos. Hasta no hace mucho un pase al área interceptado por un defensor en España era amonestación y, sin embargo, para competiciones UEFA no lo era. ¿Entonces? La misma regla admite al menos dos interpretaciones distintas jugando al mismo juego.

Agarrón y ventaja. También podemos encontrar esta tendencia subjetiva en otros ejemplos, así, si un jugador agarra a un contrario pero el árbitro aplica la ventaja, hasta hace bien poco cabría amonestar pero ahora ya no. De nuevo la regla es la misma y la interpretación diferente. Sea por contexto o por época lo que resulta es que no rige una verdad absoluta. Aunque no me cabe duda de que la voluntad es buena, el criterio de interpretación es poseído sólo por una parte de los miembros de la extensa familia que es el fútbol.

El Reglamento. Los árbitros y sus reglas, los árbitros apropiándose de un reglamento que es de todo el fútbol. ¿Por qué? ¿Acaso no sería más riguroso que habiendo un margen interpretativo tan evidente todos los actores que intervienen tuvieran voz y voto? ¿Un solo elemento de una figuración compleja debe tener, uniteralmente, todo el poder de la interpretación?

El consenso. Mucho más justo, definitivamente mejor, sería que al principio de cada temporada se reuniesen todas las partes activas del fútbol (árbitros, jugadores, entrenadores...) y que toda aquella regla susceptible de ser interpretada fuese consensuada, delimitada y aceptada. Sí. He decidido que me paso al Lado Oscuro de la Fuerza ahora que voy a escribir en un medio en el que he sido frecuente e injustamente criticado. Ya os lo contaré en el siguiente episodio.