Hasta el minuto 20 España gestionó bien el balón, sorteando la presión de Bélgica. En el tanteo se echaba en falta cierta mordiente de Morata, aunque fuera correcto en su papel. Más aportaba Vitolo arriba. El delantero del Madrid no conseguía romper a la defensa belga, se fue tocado por un golpe y fue relevado en el 27’ por Diego Costa. De pronto, el panorama de ataque de España cambió.

Costa metió agresividad, presión y persecución. Tiró desmarques muy rápidos, congenió con Silva y complementó a Vitolo. Así fue como se involucró en el primer gol, sirviéndoselo al canario.

Diego Costa encontró el sitio como punta, pero muy participativo: 21 toques buenos y sólo 4 malos. Se movió fuera del área y dentro, se ofreció y devolvió a Lopetegui la confianza depositada en él. Ha sido el mejor partido de Costa con España. Le faltó gol (sólo 2 remates, uno a puerta), pero es verdad que lo dio todo.

Morata, frío. En 27 minutos no remató y sólo tocó el balón cuatro veces. Se le vio frío. No enganchó con Silva ni con un Thiago de alto nivel.

Costa, peleón. Costa hizo grandes desmarques (uno con remate parado por Courtois) y peleó con bravura en todo el campo de Bélgica.