Cuando más entero parecía Osasuna, Cristiano apareció a los cinco minutos para marcar el 1-0. Un minuto después de rematar Unai García al larguero de Casilla, Danilo engatilló para el 2-0. Y en el último suspiro de la primera parte, Ramos cabeceó el 3-0. Imposible para Osasuna hacer frente a este Madrid que tiene pólvora por todas partes. Si no marcan Bale, Morata ni Benzema (entró 25 minutos y remató tres veces, una al larguero) firman los goles Ramos, Pepe y Danilo, tres defensas, y también Modric, para mayor gloria.

El Madrid bombardeó 23 veces a Nauzet y entraron cinco balones. Eso, sin estar Cristiano fino (un gol fácil y sólo un remate más) ni Morata (cuatro remates, poco para lo que se espera). Zidane sabe que tiene un martillo pilón por equipo y le dio tiempo a rotar, metiendo a Lucas Vázquez, Asensio y Benzema, para acabar en 4-4-2 que no bajó el pistón. Osasuna llegó hasta donde pudo con dos goles y un juego digno.