Real Madrid vs Sporting Lisboa en directo

El famosísimo pintor y escultor italiano Michelangelo (Miguel Ángel) dejó unas palabras que explican muy bien que detrás de la genialidad siempre hay mucho trabajo: “Aún aprendo. Frase favorita del artista hasta su muerte”. Como futbolista y como artista del balón, Zinedine Zidane no sólo tenía talento pero, sobre todo, era un profesional que curraba como nadie para alcanzar sus objetivos y deleitarnos con su juego virtuoso. Zizou siempre será ese futbolista aunque ahora le toca ejercer de entrenador. Y me gusta su tendencia a referirse continuamente a sus años sobre el césped para explicarnos con claridad sus decisiones de técnico del primer equipo del Madrid. Ayer, reconoció con mucha humildad ser todavía un joven míster que seguía aprendiendo pero, sin falsa humildad, también dijo que estaba mejorando. Igual que como jugador supo progresar mucho a lo largo de los años.

Una confesión mucho más íntima y relevante de lo que ha parecido. Porque Zidane siente esta necesidad de compartir con los demás, en primer lugar con los madridistas, su evolución en esta nueva vida en el banquillo. Relata su destino con la voluntad de no engañar a nadie. No esconde nada ni promete nada, pero nos hace partícipes de su historia. Construye una nueva leyenda con bases muy sólidas. Como futbolista tuvo que dejar de crecer por culpa de los años pero como entrenador casi no hay límites biológicos. Así que no podemos saber hasta dónde va a llegar ese hombre…