Griezmann fue Messi ante el Sporting

Barça y Atlético enseñan músculo a cuatro días del partido que les ha de enfrentar, en el primer choque grande de LaLiga. La irrupción del Atlético en el papel de aspirante (bastante más que un tercero en discordia) enriquece el campeonato. Ese partido del miércoles a la noche trae mucha miga, en vista de lo visto ayer. El Barça exhibió su tridente ofensivo, en el que Messi sigue dando muchísimo con poco esfuerzo. El afán del Leganés se esfumó ante la imponente calidad del trío de ataque barcelonista, en el que para algunos, entre ellos Laudrup, sobraron algunos alardes de Neymar.

Luego, el Atlético divirtió a su gente con un partidazo ante el Sporting, protagonizado por Griezmann. El francés anunció hace poco que quiere comer en la mesa de Messi y Cristiano. Ayer lo hizo. Marcó goles, los provocó, deslumbró. Gustó todo el Atlético, quizá porque esta vez Simeone se atrevió a renunciar a su modelo siderúrgico, que da victorias pero no enamora. Esta vez los medios centros fueron Koke y Saúl, y por los lados salieron Gaitán y Carrasco. Y, claro, fue otra cosa. Por eso se movió Griezmann mejor que nunca. Por eso llegaron tantos goles. Y por eso, en fin, disfrutó tanto la gente.

Ahora le toca al Madrid, que va a Cornellà sin Bale ni Cristiano. Bale tuvo el miércoles un golpe en el costado. Cristiano tiene gripe. Por suerte, están ahí Lucas Vázquez, James, Morata, Isco y Asensio, todos los cuales han viajado. Ellos pueden recomponer muy bien el ataque del Madrid, de cuya BBC sólo queda Benzema, que ante el Sporting se mostró lejos de su mejor nivel. Con todo eso el Madrid va receloso a Cornellá, donde Quique Flores trata de poner en pie un proyecto basado en la abundancia de veteranos. Partido interesante, al que llegamos por el pórtico de las goleadas de ayer en Leganés y el Calderón.