Corría el minuto 24 cuando en un disparo directo a puerta de Hernán, Ramos puso las manos en la cara para protegerse y despejó el balón. La pelota le tocó claramente. Se dejó caer luego el defensa del Madrid para engañar al árbitro y que no le sacara la segunda tarjeta. Tenía una que le fue mostrada en el minuto 2 por una entrada fuerte a Leo Baptistao. Fue justa. El árbitro paró el juego pensando que el balón le había dado en la cara. Incluso parecía que Ramos estaba inconsciente. El juego se reanudó correctamente (según la apreciación que había tenido el árbitro) con un bote neutral. Mal gesto deportivo de Ramos.

Casemiro tuvo que retirarse por una lesión fortuita. Adelantó el pie cuando Diop iba a disparar. El colegiado pitó al revés: falta de Casemiro. En el minuto 39’ centró Marcelo y Benzema estaba un poco adelantado con respecto a la defensa del Espanyol. Cabeceó y marcó el francés, pero el gol fue bien anulado por fuera de juego.

En la segunda parte le perdonó el árbitro la tarjeta a Carvajal en el minuto 49. Fue una mano intencionada al borde del área con la que se llevó el balón. En el 51’ vino la jugada más polémica, cuando Pepe metió el pie de forma brusca tocando el balón a banda y a la vez dando con el muslo a Baptistao, que cayó. Para mí, no hubo penalti, ya que el jugador del Madrid tocó primero el balón.

En el minuto 83, Hernández Hernández amonestó a Carvajal por una entrada a ras de suelo que no fue para tarjeta, pero luego se mostró blando ante las continuas protestas del jugador del Madrid.

Por todo lo que se vio ayer, los errores del colegiado canario perjudicaron más a los pericos, aunque sí es verdad que llevó bien la dirección del juego. La realidad es que tampoco fue equitativo con las tarjetas. También tuvo algún error de apreciación y siempre fue bien ayudado en las bandas. El partido que hizo fue para darle un cinco.