Baile de jugadores en la ACB

La Liga de baloncesto calienta motores. A diez días de que el Real Madrid-Unicaja abra la competición, la ACB la presentó en la sede de su patrocinador, Endesa, que proporciona un marco fantástico para que la Liga comience su cuenta atrás. Lo hace con cien fichajes, una barbaridad tal y como están actualmente las arcas de los clubes. Si es para reducir gastos, bienvenidos sean, mas no suele ser así. Aunque ha habido una contención por la reducción de las ayudas públicas, se siguen construyendo plantillas con alegría. Los entrenadores ya no se conforman con dos jugadores por puesto para rotar; en algunos casos quieren hasta tres. La excusa es tener que jugar alguna competición europea.

Al no haber en éstas cupo de extranjeros, los fichajes son ilimitados, lo que obliga a realizar después descartes, pues no se pueden presentar más de doce nombres en el acta. Este baile de jugadores contrasta con el reducido número de entrenadores que se maneja. Hay quienes han pasado por siete equipos, casos de Maldonado —Baskonia, Gran Canaria, Fuenlabrada, Betis (anterior Sevilla), Joventut, Manresa y Estudiantes—, y Casimiro —Valencia, Unicaja, Fuenlabrada, Betis, Manresa, Estudiantes y Gran Canaria—. El cambio de cromos entre los técnicos es evidente. Y una curiosidad: entre ellos, sólo dos extranjeros: Tabak, quien lleva 15 años entre nosotros, y el debutante Bartzokas. El cese de Pascual le abrió las puertas.