El Clásico para empezar la temporada. El sorteo les emparejó en las semifinales de la Supercopa y ya tenemos aquí el primer Madrid-Barcelona de esta campaña. En la última hubo ocho, que aún pudieron ser más, porque faltaron los duelos de la Supercopa y de la Copa. Las bolitas no quisieron esta vez que por su culpa no hubiera Clásico, y lo propició en las semifinales. Que no se produzca en la final es lo de menos. El título de la Supercopa se considera menor, y aquí lo importante es ver cómo funcionan los dos equipos con sus nuevas plantillas. Para darse una idea, nada mejor que el rival sea grande y se le tenga ganas. Es la manera de saber si las incorporaciones llegan con hambre. Esta clase de partidos son los que mejor les miden.

El Madrid llega con más novedades, porque ha apostado por una plantilla más larga. Se fue Sergio Rodríguez, se quedaron Thompkins y Taylor, y han venido Randolph, Hunter y Alex Suárez; Draper, también, mas ya era conocido. Como fichaje quizá habría que considerar a Doncic, pues la marcha del Chacho le va a dar muchos minutos, algo que ya ha sucedido en la pretemporada. Con respecto al Barcelona, se ha fortalecido con dos conocidos del Madrid: Claver y Rice. También se ha reforzado con Koponen, convaleciente del accidente que tuvo el taxi donde viajaba. Y, ¡cómo no!, está la llegada de Bartzokas para sustituir a Xavi Pascual, un gran entrenador cuyo pecado fue no parar al Madrid de Laso. ¿Podrá Bartzokas?