Sin Casemiro el paisaje cambia en el Madrid. La defensa se queda huérfana y el ataque no tiene cubiertas las espaldas. La alternativa más fiable, aunque de diferente prestación, es Kroos. Menos expeditivo (5 recuperaciones por partido frente a las 12 de Casemiro) y también menos sacrificado para realizar las coberturas. Pero el alemán es más amplio de recorrido, mejor pasador en largo (71% de acierto frente al 38% del brasileño) y con una lectura correcta del juego. En definitiva, lo que se pierde en defensa se gana con Kroos en fluidez en la zona de creación.

Así, el Madrid se entrega a Kroos. A su inteligencia para proteger a Ramos y Varane, a la vez que debe ser capaz de propulsar a Isco, a Modric y por extensión a la tripleta de ataque. Las Palmas va a salir con ambición, mordiendo en la medular, queriendo el balón y achicando. La respuesta blanca pasa por imponer un correcto ritmo de juego y ahí se le entregará el timón al alemán. Es el jugador con más ‘cuerpo’ para transmitir confianza a sus compañeros, además de ser el referente con la pelota en los pies. No juega Casemiro y es un día para que Kroos certifique que el Madrid no debería echarle tanto de menos.