Sagan, rey del ‘otro ciclismo’

Peter Sagan, fenomenal ciclista eslovaco, compañero de Contador en el Tinkoff, tiene a su alcance acabar el año a la cabeza del ranking mundial. Sagan acabó el Tour en la posición 95. No hizo el Giro y tampoco la Vuelta. Pero ganó la Gante-Wevelgem, el Tour de Flandes, el Gran Premio de Quebec y el Europeo, más tres etapas del Tour, dos del Tour de California, de la Vuelta a Suiza y del Eneco Tour. Purito y Valverde nos habían acostumbrado en los últimos cuatro años a que ocupar las primeras posiciones en las grandes vueltas, junto a unas pocas victorias en el resto de calendario, daban para acabar la temporada al frente del World Tour. Sagan ha demostrado que no. Como hiciera Gilbert en 2011, vale más picar de aquí y de allá.

Sagan nunca ganará una grande, pero tiene una cotización altísima. Entre los profesionales hay un ciclismo más allá del Tour, el Giro y la Vuelta. Están también las trece Clásicas, entre ellas los cinco Monumentos, y otras once carreras donde se pueden arañar puntos. Ahí están las recientes Montreal y Quebec, en el caso de Sagan, que le han permitido superar a Quintana en la mejor temporada de su vida: primero en la Vuelta, más una etapa, tercero en el Tour, y victorias en clásicos como el Tour de Romandia y la Volta. ¿Justo el reparto de puntos en el World Tour? Según. Mientras unos se dejan las fuerzas en las grandes vueltas, otros las reservan para esfuerzos de un día. Es premiar para los purasangre y penalizar a los diésel.