Marciniak sacó adelante muy bien el encuentro

No tenía mucha confianza en este árbitro, Marciniak, porque en muchas ocasiones he notado que siempre sigue el juego a demasiada distancia, no se acerca a las zonas del asistente y duda mucho si las acciones son claras o no. Ayer, sin embargo, creo que estuvo para notable y muy valiente en las áreas. La primera jugada a analizar sería la posible mano de Filipe en el minuto 12: es una mano en posición normal y por tanto no es penalti, pues no se trata de que la mano vaya al balón, sino que es el balón el que va a la mano. En el tramo final de la primera parte, Boateng realizó una falta aparatosa sobre Saúl. La comete a destiempo, pero la amarilla está bien, pues no es agresión de ningún tipo. Durante la segunda parte Thiago, que estaba amonestado desde la primera, hizo varias faltas a destiempo, pero en la Champions el arbitraje se lleva así.

También pudo ganarse la expulsión por sus ademanes despectivos hacia el árbitro, por sus airadas protestas y por la repetición de faltas. Hizo bien Ancelotti en cambiarle porque, posiblemente ante la reiteración de faltas, habría acabado siendo expulsado. En lo relativo al penalti, Marciniak acertó de lleno. Cuando un jugador dentro del área desplaza el balón y el contrario va al bulto a derribar es penalti clarísimo; pero no fue una entrada brusca y con el penalti era suficiente, no era necesaria la amarilla a Vidal. Sí lo fue después, por la falta sobre Saúl del chileno, aunque es cierto que resbala antes de chocar. De no haber resbalado, habría sido de roja.