Lo que se pudo apreciar en el Calderón no sólo fue una nueva lección de coraje y corazón por parte del Atlético, sino también la inmensa diferencia que hay a día de hoy entre LaLiga y la Bundesliga alemana. La máxima competición germana se sitúa segunda en el ránking UEFA justo por detrás de Laliga , pero lo cierto es que no tienen nada que ver. Lo admitió el propio Philipp Lahm en la rueda de prensa previa al partido frente al Atlético y ayer quedó comprobado por completo. Cinco partidos son los que llevan los de Ancelotti barriendo a sus rivales alemanes, uno detrás de otro. Pleno de victorias, un gol average de 15 a 1 y líder a tres puntos del Dortmund son la prueba de que la Bundesliga es un paseo y no presume de la misma competitividad que posee la liga en España, donde hay una serie de conjuntos que aspiran a mucho, tanto a nivel nacional como internacional.

El Bayern sufriría en esa competición. Y mucho. Se vio ayer, en la primera prueba de fuego para el nuevo Bayern de Carletto en Europa (el modesto Rostov no cuenta), al que aún le quedan por ajustar algunos tornillos para poder volver a la gloria. Es cierto que toca la pelota como se lo inculcó Pep y también que ven los primeros matices de la verticalidad que le quiere añadir el técnico italiano, pero en defensa se les sigue haciendo mucho daño y causando peligro. Fernando Torres, Griezmann y sobre todo Carrasco lo pusieron a prueba en el feudo rojiblanco. Una vez más.