Ter Stegen le da cuartelillo al Madrid

El madridista salió del Bernabéu abatido, después de un cuarto empate consecutivo que dejaba malos síntomas. Bale bien, Cristiano mejorando, pero el equipo sin organizar. Pese a la carísima plantilla, unas cuantas bajas han desestructurado el juego. No hay repliegue sin Casemiro, no hay ritmo de ataque sin Modric, no hay mando en el partido. El Madrid no fue mejor que el Éibar, que se movió bien, protegió a su portero, amenazó a Keylor. Este Madrid tiene un aire enfermizo, no se le ve ni lúcido ni fuerte. Y además, todo ello nada más producirse una gran victoria del Atlético en Valencia.

Luis Enrique y Ter Stegen ayudan al Madrid

Nada de eso se resolvió con la derrota del Barça en Vigo, pero sirvió de gran consuelo al madridismo. De imaginar al Barça un punto por delante, pasó a tenerlo dos puntos por detrás. Debe agradecerlo en parte a Luis Enrique, que tuvo un ataque de entrenador y averió el equipo mucho más de lo que ya de por sí le avería la baja de Messi, y a Ter Stegen. He aquí un portero que maneja el pie lo bastante bien como para sacar el balón aseadito, pero que se cree un virtuoso y desde ese equívoco afronta riesgos inauditos. A él debe agradecerle el Celta los goles primero y cuarto, este último francamente chusco.

El Barcelona no remontó y el Atleti líder

La primera melonada de Ter Stegen, sacando el balón por el centro y comprometiendo a Busquets, lanzó al Celta, que a ese gol sumó otros dos del tirón. La otra frenó a un Barça que, ya con Iniesta en el campo y con Piqué de héroe, se había puesto 3-2 y tenía la remontada a mano. Rehacerse mentalmente del disparate le costó diez minutos. Entre eso y que la meta se la había colocado su portero más lejos, se ahogó en la orilla. Con todo ese guiso, el Atlético es ahora el líder. Sus dos empates de primera hora han sido enjugados. Llegó a terminar con cuatro delanteros sobre el campo. Dio gusto verle.