La Selección femenina ha quedado campeona del mundo de hockey patines. ¡Enhorabuena! Otro gran título para nuestro deporte y nuestras mujeres. Gran título, porque el hockey patines no es un deporte menor, en contra de la creencia general. El hecho de que se trate de un deporte de práctica minoritaria no le convierte en inferior a otros en cuanto a méritos. Nuestra Selección se enfrenta a las mejores que hay en el mundo, y las gana no sin gran esfuerzo. ¿Que no son muchas? Pues sólo en Europa compiten en los Mundiales países como Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, Holanda, Austria y Suiza. En otros deportes tampoco hay muchos más países con alto nivel competitivo. Por ejemplo, el baloncesto.

El baloncesto sólo se juega en media Europa a cierto nivel. No hay más que ver la Euroliga, donde no están presentes más que ocho países, eso incluyendo a Israel y alguno, como Alemania, con muy escasas posibilidades de alcanzar la fase final de la competición. En el hockey patines femenino hay también selecciones tan competitivas en el mundo como la argentina, la canadiense, la estadounidense, la chilena, la brasileña, la japonesa, la surafricana o la misma angoleña, heredera directa del hockey portugués, que es primera potencia mundial junto a nosotros. Así pues, de título menor, nada. Es un título mundial, que no por ser de un deporte minoritario, resulta menos importante que cualquier otro.