A Buffon no le dio mucha suerte hablar de que su "fecha de caducidad que se acerca" en la víspera del partido. Su cantada (una rareza en su carrera) facilitó el trabajo de una España que dominaba el enfrentamiento, pero sin conseguir crear peligro. Eso sí, el gol fue merecido. Hasta aquel momento, el once de Ventura se pareció al de Conte sólo por los nombres, pero fue catenaccio puro y poco más. Se notó la ausencia de hombres de calidad: Verratti estaba lesionado, pero por ejemplo un Insigne (ni convocado) podía haber sido útil. El seleccionador apostó por el grupo de su antecesor, pero ya es hora de cambiar. Hay material para hacerlo.

Immobile y Belotti salieron en la segunda parte y entonces pudieron cambiar el rumbo del partido. La Azzurra logró un empate que parecía imposible tras lo que vimos durante la primera mitad y casi le da la vuelta a la tortilla en el tramo final. Lo hizo cuando España ya la daba por muerta. Y ese fue su terrible error...