Se repite anualmente la cantinela de que el partido ante el Athletic es para la Real Sociedad el más importante del año y en Bilbao se habla del clásico ante el Real Madrid como el más esperado. Los donostiarras afrontan el duelo vecinal con especial ardor y concentración. Por algo no han perdido desde hace nueve. La última victoria, en el nuevo San Mamés, la celebraron en con una foto en la caseta en la que no faltaba ni el alcalde de San Sebastián. Gusta mucho ganar el derbi, a cualquiera, aunque el Athletic lo afronta más como una etapa. En la general, no hay color. Los donostiarras han quedado por delante dos veces en los últimos veinte años.

El último lío en que se ha visto envuelto Ibaigane es haberse saltado un supuesto pacto de aficiones vascas para poner las entradas visitantes en los derbis a 25 euros. Existe perplejidad, Urrutia asegura no haber recibido una sola comunicación de ese plan. Tiene su gracia que aficionados realistas pidan privilegios a un club enemigo, cuando Oyarzabal y Pardo, por ejemplo, tienen cláusulas anti-Athletic en sus contratos. Se avecina un gran derbi. Con Vela, Raúl García, Illarramendi, Aduriz, Oyarzabal y Beñat, si se recupera, hay garantía de tensión, ambición y juego. Un cóctel perfecto.