Estupendo inicio del Madrid en la Liga de la Euroliga. Un abultado tanteo (83-65) ante un grande del baloncesto europeo, el Olympiacos. El marcador exagera la diferencia de juego que hubo entre ambos equipos, pero refleja claramente quién fue mejor, el Madrid sin duda, que ha formado una plantilla muy sólida con los refuerzos de Randolph y Hunter. Nada que ver con jugadores que pasaron en tiempos recientes sin pena ni gloria. Ahora se puede asegurar que todos suman. Si encima nos encontramos ante el mejor Llull de su vida y con Doncic en una progresión cuya cima aún se desconoce, este Madrid se presenta fortísimo. Por lo pronto, ese grande de Europa que es el Olympiacos, con hombres importantísimos en su plantilla, salió escaldado en su visita a Madrid.

No ha podido empezar, por tanto, mejor el Madrid. El primer compromiso lo ha saldado con autoridad, y eso le resta presión para próximos compromisos. A Tel Aviv podrá viajar la próxima semana con la tranquilidad de haber hecho los deberes. En esto influye de manera decisiva el estado de gracia de Llull. Fueron 27 puntos al Barcelona, 14 al Unicaja, 22 a Oklahoma 18 al Valencia, ahora 22 al Olympiacos, con su triple final que no falta. Ayer, cuando el Madrid necesitaba arrancar fuerte ante un Olympiacos que puso cuanto tenía en la cancha, anotó 15 puntos en el primer cuarto, el 62,5% de la anotación del equipo. Todo un puñetazo sobre la mesa ante Spanoulis y compañía, que concluyó con un resultado que impone respeto. Empezar con +18 ante un grande no es baladí.