Los que menos nos queremos

En esta flamante liga de la Euroliga que ha echado a andar participan los 16 mejores equipos del continente. Eso dicen, pero los mejores no son más de media docena. El resto ha sido elegido a dedo. Bien por su denominación de origen, bien por haber puesto dinero. De otra manera es difícil de explicar la presencia del Maccabi y del Milán, en sus horas más bajas, o del Darussafaka, cuarto equipo turco en el torneo, que es patrocinado por Turkish. De esta manera tenemos en competición a los cuatro equipos turcos, tres españoles, dos rusos, dos griegos y un italiano, un lituano, un alemán, un serbio y un israelí. Pero merced a que en la Euroliga no hay cupo de extranjeros, son los jugadores nacidos en Estados Unidos quienes dominan la competición.

Son 64, repartidos por todos los equipos menos el Zalgiris. El Zalgiris protege su baloncesto y tiene nueve lituanos en su plantilla. Como el Olympiacos con sus nueve griegos, el CSKA con sus nueve rusos y el Estrella Roja con sus nueve serbios. Los demás equipos tienen un mínimo de seis jugadores nacionales dados de alta en la Euroliga. Menos los españoles. Los clubes españoles somos los que menos queremos a nuestros jugadores. El Real Madrid tiene nacidos en España a Llull, Rudy, Reyes y Álex Suárez; el Barcelona, a Navarro, Ribas y Claver; el Baskonia, a ninguno. No es motivo de orgullo este dato. Todo lo contrario. Y ojo, tampoco ayuda a fidelizar a la afición. No todo es fichar a golpe de talonario. Sobre todo, porque no da para ello.