La Copa reparte los premios de Otoño

Betis - Real Madrid

"Nosotros ya hemos ganado la Copa”, comentaba Marcos Contreras, meta del Formentera, tras eliminar al Tudelano. Por tercera vez consecutiva había pasado la eliminatoria en la tanda de penaltis. Ahora su ilusión era que le tocara el Barça. La misma con la que un amigo mío, hincha del Tudelano, había asistido al partido: “Que luego nos toquen el Madrid o el Barça”. Este primer tramo de la Copa es una competición en sí, cuyo premio, para los de Segunda B o Tercera que sobreviven es una eventual eliminatoria contra un grande, que colocará en los telediarios por unos días a la ciudad y al equipo.

Al Formentera no le tocó el Barça, como quería su meta salvapenatlis, pero sí el Sevilla, que no está mal. El Barça va para el Hércules, el Madrid para la Cultural Leonesa y el Atlético, que también es premio gordo, le ha caído al Guijuelo. Tres clubes ilusionados, que ya estarán echando cuentas y preparando estructuras desmontables para aumentar la capacidad del campo. Una eliminatoria así supone para algunos recaudar la mitad del presupuesto del año en una sola noche. Se tapan agujeros, se puede hacer algún fichaje, se puede pensar en el ascenso.... La Copa reparte ilusiones en estas fechas.

Tiempo atrás, hasta podía soñarse con eliminar al grande, dar una campanada inolvidable. Desde que volvió a ser a ida y vuelta, eso sólo pasa en alguna ocasión excepcional, como el alcorconazo. Pero, aun sin aspirar a tanto, ya es fiesta ver a un grande en tu propio campo, ofrecer esa ilusión a los fieles de cada año, esponjar el campo para que entren, por una vez, esos coleccionistas de grandes eventos que hay en todas partes y que no se lo pueden perder. Luego volverá la monotonía del fútbol de cada fin de semana en la categoría propia, pero por unos días el club habrá sido protagonista de algo excepcional.