Kovacic encuentra el sitio

Cuando el Madrid fichó a Kovacic la temporada pasada, el aparato propagandístico del club nos quiso vender un futbolista que no es. Por eso, sus primeras apariciones decepcionaron. No es Modric, pero tiene cualidades muy aprovechables en un centro del campo en el que no sobran currantes con buenos pulmones y predisposición para realizar el trabajo menos vistoso. Tras un primer año en el que se vio sobrepasado, está demostrando ser una buena solución.

Físicamente va sobrado y, sin ser un virtuoso, ha progresado lo suficiente como para no parecer el futbolista atropellado de sus primeros partidos. Y, además, tiene una cosa esencial en un vestuario con el orgullo a flor de piel: asume su suplencia con buen talante, no se abandona en el trabajo diario y siempre que Zidane cuenta con él sale como si fuera su última oportunidad. No es un crack, pero ni falta que le hace para ser un jugador muy rentable para su entrenador.