El Sevilla-Atlético de Madrid de esta tarde es, sobre el papel, una reedición del duelo entre menottistas y bilardistas que tantas historia generó durante el pasado siglo. Sobre el papel, puesto que si se tiene en cuenta lo visto en lo que va de Liga, Simeone está más cerca de Menotti que lo que su discurso pueda mostrar. Y viceversa con Sampaoli. El Atlético es un equipo mucho más alegre esta temporada mientras que al Sevilla, de momento, le funcionan mejor los resultados que el juego. Pero ya que la clasificación mide puntos y no sensaciones, le vale para estar en el vagón de cabeza de la Liga.

Hasta cierto punto, es normal. Simeone mantiene la columna vertebral de su proyecto y le ha ido agregando fichajes de relumbrón, alguno de ellos llegados precisamente desde la capital hispalense. A Sampaoli le ha tocado la labor de reconstrucción que tuvo que hacer Emery las tres temporadas anteriores, pero con la dificultad añadida de implementar una idea de juego a la que los futbolistas no están acostumbrados. El de Casilda lo reconoce abiertamente. Sabe que aún está lejos de lo que quiere conseguir con el Sevilla, pero con victorias y sin nervios se trabaja mejor y se puede soñar con meter mano a un Atlético que en los últimos años se muestra intratable cada vez que pisa el césped del Ramón Sánchez Pizjuán. Si a los duelos entre sevillistas y atléticos les hace falta poco para ser intenso, el enfrentamiento de filosofías argentinas en los banquillos pone la guinda. Los Menotti y Bilardo del siglo XXI, aunque está por ver todavía quién es quién.