Cristiano se fue otra vez sin marcar

El Sevilla no ceja. Con un fútbol tejido en torno a un excelente Nasri ganó bien al Atlético, al que cortó una racha de creciente optimismo con un buen gol del grandote Nzonzi. Nacido en un saque de banda en campo propio, con carrera, buen apoyo en Vietto y remate final impecable. Eso consolida arriba al Sevilla, segundo, y unido a la victoria del Villarreal, coloca de repente al Atlético en el quinto puesto. La zona de arriba está tan apretada que pasan esas cosas: el Atlético llegaba a esta jornada líder y salió quinto. Ahora el líder es el Madrid, y en solitario, con una victoria sobre el Athletic que le costó mucho más de lo que yo suponía en principio.

El 4-3-3 y el desorden del Real Madrid

Una vez más, el Madrid acusó el desorden en el repliegue. Con su 4-3-3 y la BBC arriba el equipo se desparrama y la defensa se bate con mucho terreno abierto por delante y sufre nervios y fatigas. Por eso, aunque se adelantó pronto por un error de principiante del joven Saborit, luego sufrió apuros, encajó un gol y tiene que dar gracias a tres fallos claros, uno de Sabin Merino y dos de Williams. Ganó el partido por el arreón final y porque Valverde, con sus cambios, renunció en la práctica a todo lo que no fuera esperar en el área a que pasara el tiempo. Demasiado riesgo. Aún así, la segunda gran ocasión de Williams llegó ya con el 2-1.

Cristiano se fue otra vez sin marcar. De la BBC, el único que estos días justifica el privilegio de jugar siempre es Bale, que está formidable. Benzema tiene sus pinceladas y Cristiano vive ansioso, merodeando el área, sin aquellas carreras suyas de antaño, y falto de suerte o de ese medio segundo para llegar a la situación ideal de remate. Zidane empieza a ser percibido como injusto con Lucas Vázquez y Morata, que cuando salen dan una sensación estupenda. Y, dicho sea de paso, también con Nacho. Varane hizo ayer más de un agujero. Pero el Madrid es líder, así que Zidane puede encogerse de hombros ante los reparos que se le opongan.