Williams se quedó sin la gloria

Un Athletic con seis suplentes y nueve canteranos (al final diez) plantó cara al Madrid. Y no se llevó un punto o tres del Bernabéu porque Williams no logró superar en las dos clarísimas ocasiones de la segunda parte a Keylor. La primera, con 1-1, fue clamorosa. La mandó arriba con un gesto de tobillo exagerado. En la que pudo ser el 2-2, el costarricense anduvo vivo sacando sus prodigiosas manos. Para ser su estreno en el coliseo, se movió con el desparpajo que requería la ocasión.

Mientras duraron las fuerzas y los leones pudieron mantener una presión intensa, alta, el Real Madrid lo pasó fatal. Ya se veía en el tramo final que apenas duraba la pelota. Y el Athletic empezó a recular de una forma peligrosa, más aún cuando se fue Raúl García. Entendible, aunque mortal. Txingurri no quiso arriesgar en lo físico con Beñat, aunque entonces no sé sabe bien para qué viajó. Creo que no quiso arriesgar, porque ya está entrenando bien. El partido estaba para él. Muniain debió entrar antes para manejar algo de balón. Al equipo se le escurrió el éxito cuando acariciaba un empate sabrosísimo. Cómo se le fue el remate entre las piernas a Iraizoz definió el premio que estuvo en las manos. Por lo demás, sobresaliente destape de Lekue en una plaza grande. Su primera parte fue de futbolista grande, con talento y potencia. También brilló Eraso.