Los ultras aprovechan el vacío legal en Europa y en UEFA para liarla parda

Policía europea. Las distintas Policías de los países de la Unión Europea (UE) quieren que la UEFA controle la venta de entradas a los ultras de los clubes que disputan las competiciones continentales. Ahora mismo los equipos de la Champions y la Europa League están obligados a vender el cinco por ciento de su aforo al rival. Las fuerzas de seguridad piden que cuando un equipo sea sancionado con el cierre de su estadio el castigo incluya siempre el bloqueo de ese porcentaje de entradas. Así se evitarían sucesos como los de los ultras del Legia en Madrid.

Sin registro. España, gracias a Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, es puntera en la lucha contra los violentos. La Policía española tiene identificados a los líderes de las facciones y las sanciones que se aplican a los ultras por incidentes en los estadios contemplan la prohibición de acceso a cualquier recinto por un período de entre un mes y cinco años. Además, por supuesto, de estar sujetos a las obligaciones del Código Penal. Uno de los problemas que encuentran las Fuerzas de Seguridad de toda Europa es que no hay un Registro Unificado de ultras. Los del Legia, por ejemplo, fueron identificados por tres policías polacos que viajaron a Madrid para ayudar a los españoles. Pero tuvieron que reconocer a los cabecillas visualmente. Falta una normativa europea que impida a los violentos moverse de un país a otro para ver partidos internacionales.

El modelo europeo. Inglaterra tiene una buena fórmula contra los ultras fichados, a los que retira el pasaporte antes de los partidos. Alemania ha conseguido reducir los problemas con un pacto entre los clubes y su Federación para mantener precios bajos en el fútbol a cambio de dificultar al máximo la venta de entradas a los grupos ultras. En Italia los clubes están obligados a destinar el tres por ciento de su presupuesto para costear la vigilancia policial a los violentos, liberando al Estado de ese esfuerzo. Y en Francia tienen una brigada especializada en la lucha contra los grupos ultra.

Rusia y FIFA. La FIFA, Infantino, va a recomendar a la UEFA, a Ceferin, que atienda las reclamaciones de la Policía para evitar en el Mundial 2018 los problemas que hubo en la Eurocopa de Francia. En Rusia se aplicará la Ley Seca en los días de partidos de alto riesgo y se espera que, para entonces, haya un registro unificado y una Ley común de la UE contra los ultras.