Nacho, Premio Puskas

Gol de Museo. No estaba allí la BBC. Tampoco fue obra de Morata ni de Asensio, los pichichis de este Madrid que ha socializado el gol hasta límites insospechables. Ni siquiera fue una genialidad de James, ni de Isco, ni de Lucas Vázquez. Ni siquiera un cañonazo teledirigido de Kroos. Descarten igualmente un cabezazo de Pepe a la salida de un córner. Lo acontecido en el Reino de León será recordado durante muchos años. La proeza la firmó un chaval de Alcalá de Henares que ha crecido desde niño en La Fábrica (aterrizó con 10 añitos), incluidas sus apariciones voluntariosas en campos de Alcobendas, Torrejón de Ardoz, San Sebastián de los Reyes... Nuestro héroe se llama Nacho y se apellida Fernández. Un chico de 26 años que ya no debe demostrar nada más. Lo que hizo anoche en León no se lo he visto ni a Messi ni a Cristiano. Si acaso a Ibrahimovic. Fue la chilena aérea más plástica y hermosa que recuerdo desde la famosa de Hugo Sánchez al Logroñés. El arqueo de su cuerpo, su tijereta perfectamente coordinada y ejecutada, el golpe imperial con el empeine de su bota derecha, su precisión para dirigirla hacia el único sitio al que nunca podía llegar Palatsí... Tampoco la hubieran parado Buffon, ni el Casillas del Mundial de Sudáfrica. Nacho firmó el gol de Oliver y Benji cumpliendo el sueño de mucho niños en León, que se emocionaron con la gesta de este barbudo adorable. Jamás vi un suplente tan modélico. Cuando juega, su nota en AS está entre las dos y las tres picas. Y eso que Zidane nos espacia mucho sus apariciones. Quizás el marsellés empiece a apretar a Varane. Yo le diría hoy mismo: “Raphael, tú partías con ventaja este curso, pero analiza en vídeo lo que hace Nacho por el equipo. Merece jugar ya...”.

Cultura, chapeau

El equipo leonés no debe reprocharse nada a pesar del meneo que refleja el marcador. El 7-1 fue más por méritos de la tropa de reserva de Zizou que por fallos del equipo local, que se batió con bravura y orgullo. Este Madrid no fue el Barça timorato e insustancial que hace un año empató 0-0 ante otro Segunda B, el Villanovense. Un Madrid serio, ambicioso, hambriento, con Asensio y Morata compitiendo por dejar atrás a la BBC en la tabla de realizadores, con Isco y James confirmando que en el banquillo del Bernabéu hay mucho talento a punto de explotar, con Kroos haciendo horas extras mientras se recupera Casemiro... Y ojo que la Cultu, empujada por su afición con ese Orgullo Cazurro que rezaba una pancarta ubicada en uno de los fondos del Reino, puso a prueba el gran estado de forma de Kiko Casilla. Firmó cuatro paradas de mucho mérito. El equipo de Rubén de la Barrera pudo meter dos o tres goles más. Valoremos la actitud y el empeño de estos chavales que en su grupo de Segunda B se juegan las cumbres con el histórico Racing...

El Real Madrid va en serio en la Copa

Algunos graciosillos se empeñaban ayer, antes del partido, en recordar el triste episodio de hace un año en Cádiz con la alineación indebida de Cheryshev. El club está en deuda con la afición y Zidane sacó un once para competir a tope. Nada de bromas. Se acabaron las chirigotas de despacho. El Madrid va a por la Copa, un torneo que siempre gusta y más en esa final que es un espectáculo ambiental y futbolístico. Con esta plantilla tan profunda, el Madrid debe aspirar a todo. Me lo recuerdan las 14 peñas ubicadas en León, mi amigo Marcelino de la peña de Guardo (Palencia) y Susana Bolumar de la peña de Segorbe. Y todos me hablan del gol de Nacho...