Cristiano debe estar alucinado estos últimos días con lo que ve, lee y escucha. Si uno hubiese aterrizado en el planeta del fútbol hace un mes creería que Messi ha ganado el Balón de Oro por goleada y que el portugués ni siquiera está en la terna de finalistas. Un verdadero disparate. La gente olvida que el Balón de Oro incluye un año entero, que empieza desde finales de noviembre de 2015 y finalizará dentro de un mes. En ese tramo de tiempo, Cristiano ha sido el máximo goleador de la última edición de la Champions (16), el autor del gol decisivo en la tanda de penaltis en la final ante el Atleti y el héroe de Portugal en una Eurocopa triunfal para nuestros vecinos, en la que el capitao fue decisivo con un doblete salvador ante Hungría y un tanto magistral de cabeza ante Gales.

Quiero decir con esto que cuando de verdad se ha ventilado el solomillo de la temporada el que de verdad ha sido un número uno y el artífice de los éxitos de sus equipos ha sido Cristiano. Messi lleva dos meses muy buenos. ¿Y qué? ¿Acaso le ha dado eso al Barça algún título en ese tiempo? Cuando de verdad tuvo que ser decisivo, fracasó. En la Champions ante el Atleti y en la final de la Copa América con Argentina. Cristiano, Balón de Oro sí o sí.