Bruno Hortelano reapareció tras el accidente que dejó maltrecha su mano derecha y sólo nos dejó noticias buenas. Se trata de un atleta tremendamente positivo, y eso le ha hecho crecer, y aún crecerá más. Que nadie lo dude. Él mismo dice que en los próximos Mundiales quiere competir al 110%. Lo conseguirá. Seguro. Es un atleta sin complejos, muy seguro de sí mismo y que va cumpliendo muy altas metas: campeón de Europa, semifinalista olímpico, a siete centésimas (un suspiro) de bajar de los 10 segundos en los 100 metros y a trece (otro) de bajar de los 20 en los 200 metros... Tiene 25 años y es ahora cuando empieza a dedicarse al atletismo de verdad. Antes, también, pero menos. Ahora quiere probar a ser atleta de verdad, de la noche a la mañana.

Para eso va a quedarse a vivir en Barcelona. Atención: dice que “aquí los recursos son buenos, igual o mejor que en Estados Unidos. Lo digo, porque me he entrenado allí, y las condiciones aquí son muy buenas”. Es decir, nada tenemos que envidiar en cuanto a instalaciones y medios al país que es toda una referencia en el mundo de la velocidad. Barcelona tiene realmente un centro de alto rendimiento envidiable; Madrid, también; Sierra Nevada, no digamos. A los deportistas españoles ya no les hace falta salir a ningún sitio para ser entrenarse en las mejores condiciones y llegar a ser campeones. ¡Ni siquiera a los velocistas! Sólo hay que querer y dar cuanto se tiene. Palabra de Hortelano, el atleta revelación del año que nos ayuda quitarnos los complejos.