Carrasco y un triunfo bipolar

Partido bipolar el vivido en el Calderón. Uno con Savic y otro sin él. En ambos casos fue una demostración de lo que es un equipo. Mientras que con Savic los rojiblancos jugaron con paciencia esperando la manera de sorprender a su línea de cinco con los puñales Filipe y Juanfran por fuera, también combinaron los pelotazos a Griezmann (el francés dio síntomas de cansancio) y Gameiro para superar a unos lentos Kone y Mikel. La otra cara sin Savic no se disfrutó pero tampoco se sufrió. La entrada de Tiago y el repliegue nos hizo recordar a otra época en la que el equipo guardaba su golito a pesar de tener once.

De nuevo con la entrada de Correa por Gaitán y no sacando a Tiago, el Cholo dejó claro que sigue confiando en ese camino de más extremos que interiores. Como muestra Carrasco. El belga con su gol dejó claro que todavía le quedaba algo de gasolina en el minuto 88 para arrancar y pegar ese zapatazo al palo. Es el premio al trabajo y a la constancia, ambas virtudes son la mejor de las compañía para el talento. Gran victoria rojiblanca en una tarde bipolar ante un decepcionante Málaga con un primer tiempo eufórico y feliz con el juego y un segundo tiempo tranquilo con el trabajo de solidaridad de los diez.