El Barcelona ha conseguido sumar 100 victorias seguidas en la Liga de balonmano. Esta es su cuarta temporada en la que va a por el título sin perder un solo partido. Las cifras del Barcelona en el balonmano son mareantes: ha ganado de manera consecutiva seis Ligas, cinco Copas Asobal, cuatro Supercopas y tres Copas. Desde que el Atlético de Madrid dejó de patrocinar al Ciudad Real, el Barcelona se ha quedado solo en España. Clubes que en épocas pasadas le disputaban la primacía, aunque fuera a cierta distancia, no le pudieron seguir el paso en cuanto la crisis recortó las subvenciones oficiales y los patrocinios. Los clubes tuvieron prácticamente que subsistir por sí mismos, y se hundieron. Menos el Barcelona. El dinero del fútbol le mantuvo a flote.

Se vive así una situación un tanto irreal en nuestro balonmano. ¿El Barcelona es el mejor equipo? Por supuesto. Con la demoledora diferencia que muestran las cifras. Pero no es el triunfo del balonmano. Al contrario. Basta la aportación de un club de fútbol a su sección de balonmano (unos tres millones de euros en este caso) para que todos sus rivales se conviertan en teloneros. Algo parecido sucede en el baloncesto con el Madrid y el Barcelona. Todos los clubes viven por encima de sus posibilidades, pero quienes gozan del dinero del fútbol, mucho más, porque se trata de una aportación a fondo perdido. Hay que celebrar, por supuesto, las 100 victorias del Barcelona, pero lamentar el hundimiento del balonmano, que no encuentra soluciones a ser competitivo por sí mismo.