El punto no le saca de pobre al Valencia

El Valencia sumó un punto en Riazor que le sirve para comer, aunque no le saca de pobre. Tampoco mereció más, que conste. Los de Prandelli cuajaron un partido de altibajos y en el que Garitano supo por dónde meterle mano. La banda de Abdennour y Nani era como un cartel luminoso de motel de carretera para un conductor con sueño. Y por ahí llegó el gol de Emre Çolak (el mejor de cuántos jugaron) tras el enésimo centro lateral rival que acaba este año por penalizar al Valencia, un equipo que con Prandelli tiene más empaque en la presión y recuperación... pero Roma no se construyó en dos días y menos si los cimientos son un robusto central actuando de lateral porque el titular está lesionado y el teórico suplente ni está ni se le espera.

A Prandelli le costó un gol y 53' apostar por lo que también probó durante la semana: Montoya por la izquierda, Cancelo de lateral y Munir a jugar (de nuevo diez minutos en los que su sola presencia llama a zafarrancho, pero tras ellos volvió desaparecer del campo). Eso si, con Montoya de escudero, a Nani se le vio más seguro, suelto e incisivo. Poco después llegó el gol de Rodrigo. Lo hizo tras Parejo escarbar entre la basura y reciclar para la acción del empate el balón que él había recuperado. Capítulo aparte merece la sustitución de Enzo Pérez, con el que uno no sabría decir si Prandelli quiso ir a por el partido dando entrada a Medrán o simplemente no acabar con diez, porque la que hizo Enzo de lanzarle la pelota al árbitro es del género por lo que ya le tocó pedir perdón tras ver la roja ante el Betis.