Dice Pep Guardiola que le está muy agradecido a Willy Caballero por haberle cuidado en sus primeros días en Manchester. Le tiene cariño por su comportamiento dentro y fuera del terreno de juego. Ya fue héroe del City en la final de la Copa de la Liga ante el Liverpool, donde paró tres penaltis en la tanda que decidió el título. Y cuando Pep decidió que Joe Hart no iba a ser su portero, necesitó que el argentino rindiera de inmediato. Y no le defraudó: estuvo espectacular ante el Stoke o el Manchester United. Consciente de qué guardameta requería Guardiola, Caballero trabajó como nunca lo había hecho en el juego de pies y en las obligaciones tácticas de su rol y hoy el propio futbolista reconoce que es más completo que incluso cuando destacó con paradas milagrosas en el Málaga.

Lector de los de antes (es decir, de libros), sus compañeros le califican de muy trabajador, de buena gente, y Pep cuenta con él para hacer equipo. Tiene mucha personalidad, es valiente en el momento de tomar decisiones, sus reflejos son de élite y se le nota la experiencia. Y es que, currante del fútbol que es, Caballero sabe que nunca le han regalado nada y se siente agradecido por estar donde está, ahora en el Manchester City. Le queda la espinita clavada de la falta de cariño de la selección argentina que en los últimos años ha preferido confiar en otros porteros o bien de la competición doméstica u otros que llevan años apareciendo en las convocatorias. En todo caso, desde que estuvo en el Elche, en Segunda División, ha pasado a ser titular hoy ante el Barcelona en la Champions. Y lo celebrará.