F. J. Díaz

También gana con épica

Por narices. El Atlético también ganó con épica, con un gol en el descuento, casi en la última jugada, en una acción discutida, dudosa, pero legal, un gol que volvió loco al Calderón, un tanto que derrotó a un rival duro como el Rostov, que acumuló gente delante de su portero y puso un muro casi infranqueable. La épica, esa que tantas veces hemos admirado de nuestros vecinos, la épica, digo, también se viste de rojiblanca. El Atlético nos ha acostumbrado a ofrecer buenos partidos esta temporada y ayer jugó un encuentro discreto, más bien vulgar. Cometió un gran error en defensa que le costó un gol y no supo derribar la fortaleza defensiva del conjunto ruso. Pero lo intentó una y otra vez. Por la derecha y por la izquierda. Por dentro y por fuera. Sin mucho acierto, eso sí, pero lo intentó. Y así llegó el gol, premio a la insistencia y a la fe del Atlético.

Clasificado. El equipo rojiblanco ya está clasificado para los octavos de final de la Champions. Y quedan dos partidos por disputarse. Se dice pronto. Doce puntos sobre doce posibles. Por cuarta temporada consecutiva, el Atlético se asoma a los octavos de la Liga de Campeones. Cuando se conocieron los rivales hubo cierto nerviosismo, pues ya se sabe que el Bayern es un rival muy potente y el PSV un conjunto que ofrece pocos regalos. Pero este Atlético es algo muy serio, un conjunto que sabe lo que quiere y que lucha hasta el final por ello. Ahora se trata de apuntalar el pase siendo primero de grupo y para ello habrá que ganar al conjunto holandés y sufrir en la última jornada en Alemania. Pero, ahora mismo, eso importa poco. Lo que de verdad vale ahora es que el Atleti debe obtener la lección de que no sólo gana saliendo al campo con la camiseta, que hay que pelear y no fiarse de nadie. Lo dijeron en la previa, pero en el partido...

Griezmann. El francés marcó el 2-1 porque es el más listo de la clase, porque estaba en ese sitio donde están los elegidos. De diez jugadas así, en más de la mitad la acción hubiera sido fuera de juego. Pero fue el jugador del Rostov el que desvió la pelota y Griezmann hizo el gol delante del portero rival. El delantero marcó los dos goles prácticamente de la misma manera. Aún no se había estrenado en esta Champions, pero sus dos goles fueron vitales. En estos últimos partidos había sido Carrasco el héroe rojiblanco, pero ayer volvió Griezmann a ser el jugador determinante de siempre.

En casa. El Atlético del Cholo sigue siendo muy fuerte en casa en Champions. En 19 encuentros, ha ganado 15 partidos, empatado tres y sólo perdido uno. Pocas veces se le había resistido un equipo como lo hizo el Rostov. Sin apenas nombre ni experiencia en la primera competición continental de clubes, ofreció un nivel más que aceptable. Cierto es que en la recta final del partido se dedicó a defender, pero enfrente tenía a jugadores como Torres, Correa, Griezmann, Gameiro...

Recuerdo. Antes del partido, desde el fondo sur, hubo una pancarta para recordar a los que ya no están con nosotros. En un día como el de ayer, los seguidores de este sector del campo recordaron a los hinchas fallecidos. Seguro que muchos echaron de menos a alguien querido, a algún familiar o amigo con el que veía los partidos, sufría, lloraba o reía con su Atleti del alma. Pero hay que mirar hacia adelante y el futuro pinta bonito para el conjunto de Simeone. Porque este Atleti sigue al frente en Champions y en LaLiga saca adelante los puntos. En los dos últimos partidos, frente a Málaga y Rostov, con demasiado sufrimiento. Pero también hay que saber ganar así. La épica se viste de rojiblanca.