Recuperó el Legia el esquema habitual con Nikolic como delantero centro y Radovic por detrás, y volvió a encontrarse con un partido de ida y vuelta, exactamente igual que el del Bernabéu hace dos semanas. Una moneda al aire que esta vez sonrió a los polacos e incluso estuvo cerca de darles un triunfo histórico. De nuevo Odjidja volvió a ser el mejor, por delante del doble pivote y con un golazo. Y ni siquiera mejoró en los balones aéreos, algo que ayer sí aprovechó el Real Madrid en el segundo gol y en un par de jugadas más a balón parado. Un empate de prestigio para un Legia necesitado de alegrías y aún demasiado lejos de pelear la Liga en Polonia.

Un equipo en horas bajas y con casi todos los futbolistas por debajo de su nivel del año pasado. Buenos detalles del zurdo Guilherme, bastante más activo que en el Bernabéu y que causó bastantes problemas a Coentrao. Movilidad de Radovic hasta que se quedó sin gasolina y algún detalle del potente Prijovic, recurso de última hora de Magiera para demostrar que incluso fue a por el partido. El Legia sólo hizo dos faltas en toda la primera parte. Un partido que por momentos parecía un entrenamiento madridista y estuvo a punto de convertirse en una derrota de las que pueden dejar factur