Cantona reaparece en Chile

Pol. Ocurrió el sábado, al final del partido entre Universidad Católica y Audax Italiano (4-1). Una vez pitó el árbitro, y en mitad de un encrespado fin de fiesta antes de entrar en los vestuarios, uno de los jugadores derrotados, el argentino Sebastián Pol, escaló la valla (en el fútbol chileno todavía se usan para separar a los aficionados del césped) y desde lo alto propinó una patada a un hincha que lo increpaba. La coz parecía buscar la cabeza, aunque sólo acertó con el brazo. Una suerte de Cantona pero con menos puntería. Dio lo mismo: el futbolista fue apresado por los carabineros y conducido esposado hasta la comisaría. En Chile, te llames como te llames y juegues al deporte que juegues, pasas la noche en el calabozo por este tipo de acciones impresentables. A la mañana siguiente, formando fila con el resto de delincuentes del día (y así fue fotografiado para su escarnio) prestó declaración ante el juez (“sólo quería asustarle, no pegarle”, se defendió) y quedó en libertad hasta que se dicte sentencia. Pero sin poder pisar un estadio mientras no haya pena. Al margen de la justicia, también actuará el fútbol y su comité de competición. A Cantona le cayeron ocho meses y unas cuantas horas de trabajos sociales. Pol espera aún su castigo.

Borja. Es el goleador que viene, cada vez hay menos dudas. Juega en el equipo continental de moda, el Atlético Nacional, campeón de la última Libertadores y semifinalista por ahora de la Copa Sudamericana (ningún conjunto ha logrado ese doblete en el mismo año). Y es un prodigio del olfato y el remate. Miguel Ángel Borja eliminó personalmente a Coritiba con tres goles y, sobre todo, dejó al personal con la boca abierta en el segundo: un acrobático remate a la salida de un córner, una tijereta lateral, llamado a ser el mejor remate del año. Ante Cerro Porteño tuvo menos suerte y fue expulsado de forma rigurosa. En diciembre se las verá con el Madrid en el Mundial de Clubes. Y muy pronto lo disfrutarán más cerca. El nuevo Falcao es carne inminente de Europa.

Asprilla. Pisó el césped por el que ahora corre Borja, aunque con otro estilo. Y levantó un asombro similar antes de cruzar el Atlántico y llegar a más. Posiblemente es el mejor delantero que ha dado el fútbol colombiano. Hoy Faustino Asprilla es una voz autorizada del balón, que despliega como comentarista en ESPN, y también de las relaciones sexuales. Gracias a una vieja foto con la que le captaron durante un partido a lo Butragueño, con su virilidad a la vista, su nombre se hizo popular no sólo por los remates. Tanto que ha puesto su nombre a una marca de preservativos (Condones Tino), que presentó públicamente hace unos días. Dice que no sólo lo hace por negocio, sino por compromiso social, por ayudar a los jóvenes. El gol y sus derivados.