Treinta años de la ÑBA

Al otro lado del charco. De este a oeste, desde Nueva York a San Francisco, todas las noches salta a una cancha NBA al menos un jugador español. Lo que hoy nos parece rutina arrancó en una noche muy especial. Han pasado 30 años, se han cumplido esta semana, Fernando Martín debutaba con el 10 de los Blazers, una camiseta que temporadas después portaría Rudy Fernández en un concurso de mates que pasó a la historia como uno de los más bellos homenajes a un deportista español. Fernando lo tuvo muy difícil, el jugador europeo no era bien visto por los entrenadores norteamericanos del momento, también le pasaría al mismísimo Drazen Petrovic en sus inicios. Martín abrió un camino al que quince años después llegó un chaval de 21 que lo cambiaría todo, Pau Gasol, tanto que acabó ganando dos anillos y saltando por la primera posesión con su hermano Marc en un All Star. Hoy vemos más españoles en la NBA que en la misma Euroliga. El cuento ha cambiado, honores a Fernando Martín, el pionero.

Pasillos de seguridad. La teoría de los buenos sabios es aplicable a cualquier época, en la vida como en el fútbol. Acuérdense de la tesis de los pasillos de seguridad de Luis Aragonés: gran portero, central solido, mediocentro posicional y un delantero ejecutor. El trazo en el Madrid sería Keylor, Ramos, Casemiro y Cristiano. Ter Stegen, Piqué, Busquets y Messi en el Barcelona. Entre lesiones y bajos estados de forma, se salva el argentino y poco más. La pegada permite que dependan de sí mismos para cerrar como lideres en Champions y estar en punta de Liga, pero no juegan como deben, no cierran un partido redondo. Sin Casemiro el Madrid lleva diez seguidos encajando, y con Busi por debajo del nivel del mejor mediocentro del mundo que es, el Barça es más vulnerable, sobre todo si como en Manchester lo dejas absolutamente vendido. Zidane y Luis Enrique tienen curro, acuérdense del Gran Luis y tal.

De 1995 a 2016. La victoria 5-3 del Athletic siempre será la del ‘Partido de la nieve’ ante el United en San Mamés en la Copa de Europa de 1957. Pero los cinco goles de Aduriz el jueves ante el Genk será una de las historias que en Bilbao pasarán de generación en generación, de las que gustan en el botxo. Una gesta así consagra. Aritz significa roble. Árbol fuerte, longevo, grande. Como anillo al dedo. Lo que tiene lo merece. Criado en Lezama, dos veces tuvo que abandonar Bilbao en contra de su voluntad. La primera después de debutar con Heynckes para no ser renovado posteriormente. Con 22 años se fue a jugar con el Burgos en Segunda B. Siempre hizo goles, con el Valencia llegó a marcar en su debut en Liga, Champions y Copa del Rey. Alma y líder del Athletic, marcó goles para evitar el descenso, los hizo para meterse en Liga de Campeones más tarde, león con más goles en Europa. Es muy testarudo,hay roble para rato, y Lopetegui así lo entiende.