El resurgir de Falcao y sus goles

Falcao García conoce bien el cielo y el infierno de eso que llaman fama. El mejor 9 del mundo por allá cuando el Atlético de Simeone no era más que una promesa y muchas ganas, sufrió cómo la vida puede cambiar en un instante. Las noches mágicas en las canchas de Europa y la promesa de un Mundial inolvidable se convirtieron en una prueba interminable de valor. Primero tuvo que vencer las dolencias del cuerpo y esa lesión maldita que parecía no dar tregua. Después derrotar a los incrédulos que fueron implacables cuando sus números en la cancha no correspondían a su dignidad de crack ni a su salario.

Está de regreso en Colombia un año después de la última convocatoria en la que apenas sumó minutos. En cada palabra demuestra la madurez profesional que le dejó aprender a caer y levantarse. Tras su paso por el United de Van Gaal y el Chelsea de Mourinho con más pena que gloria, volvió al Mónaco, en donde la confianza de Jardim y tantas horas de trabajo volvieron a ser goles. Todo este tiempo sumó habilidades para aportar desde otras zonas del campo sin perder el foco en el arco (ver el segundo gol ante el CSKA en Champions). En Colombia su ausencia se transformó de nuevo en devoción. Regresa a su tierra entre la adoración de los fanáticos que hoy creen, aún sin ver, en el resurgir del Tigre.