Portero de noche

Goleada reflexiva. En Granada, tierra soñada por mí, siempre nos fue bien. Con el de anoche ante los macedonios, acumulamos siete partidos sin tacha. Siete triunfos, 23 goles a favor y sólo uno en contra. Pero esta goleada a los balcánicos (a partir de cuatro debe considerarse así) no puede esconder algunas mejoras que hay que hacer en el saneamiento de las cañerías y en la ubicación del sofá en esa nueva casa que está decorando con gusto Julen Lopetegui. Que De Gea fuera uno de los artífices del holgado triunfo sólo tiene lecturas positivas para el toledano, que se reivindica por fin con una actuación soberbia y de máxima dificultad. A un portero que sólo le llegan tres veces en noventa minutos le metes en un lío. Lo fácil es lucirse cuando te encañonan cada cinco minutos. Pero De Gea estuvo enchufado desde que saltó al pasto del Nuevo Los Cármenes. Con 0-0 y los más remolones aún sin ocupar su asiento en la grada, salvó un cabezazo a bocajarro en una acción llena de reflejos. Una parada muy casillista. Pero lo mejor de su repertorio lo ofrecería cuando iban 2-0 y no estaba todavía abrochado el triunfo. Un chaval de 21 años llamado Bardi soltó un latigazo desde 30 metros que olía a golazo de la semana. Iba camino de la escuadra, con una velocidad que te levantaba el flequillo. De Gea voló de palo a palo, como se decía antiguamente en el argot de los guardametas. Casi la atrapa, algo que ya hubiese sido para ponerse en pie. Los macedonios se desesperaron. Nunca soñaron con tener ante España dos goles tan claros. Pandev, viejo zorro, desperdició el tercero con un cabezazo que se le fue por centímetros. Ya lo dijo Jacinto Benavente: “Sólo temo a mis enemigos cuando empiezan a tener razón”. España vio las orejas al lobo y reaccionó...

Cuadrilla del arte. Sé que a veces pueden desesperar al personal por su afán en hacerlo tan bonito que se escapan ocasiones de gol cantadas. Es el tributo que se paga por ser tan buenos. Ver juntos a Silva y Thiago es una delicia. Y si al final se les une Isco, ya es el acabose. El ayer capitán Silva escribe un catálogo de recursos técnicos cada vez que se apodera de la pelotita. Ante un equipo amurallado como el macedonio, es tan difícil embocar un pase en la zona de definición que se necesita la precisión de un cirujano. Lo bueno es que Lopetegui ha encontrado el bisturí ideal para el genio de Arguineguín: ‘Vitolo’ Machín. El sevillista está en estado de gracia. Lleva tres goles con España en sólo cinco partidos. Con el Sevilla, sólo uno en 18... Vitolo en la Selección ha entrado como el zapato de Cenicienta en la medianoche. Juega como un veterano y resuelve los problemas con la naturalidad de un jugador que llevase con La Roja desde los tiempos de Luis Aragonés. Un lujazo.

Recursos. Lopetegui innova. Hacía muchos años que no veía un gol fabricado y ejecutado por los dos laterales del equipo. Ese pase maravilloso de Carvajal (el mejor dos de Europa) a Monreal (definió con un increíble pase a la red), refleja que esta España es un mosaico con más alternativas que un menú de un restaurante chino. Lo mismo pasa con el nueve. Morata aporta movilidad y empeño. Aduriz, la eficacia del especialista por antonomasia. El héroe del repoker al Genk puso su sello con un gol para la historia. Los viejos rockeros nunca mueren, Aritz.

Adelante, España. Este triunfo va por aquellos que siguen creyendo en nuestra Selección. Uno es Alejandro Ayuso, que ayer cumplió 18 años. Como esta España. Mayor de edad.