Refuerzo a una moral tocada

El Rostov nos hizo el favor y el Atlético ya se puede tomar vacaciones en la Champions hasta marzo. Los de Simeone son los actuales mandamases de Europa, ya que son el único equipo que ha ganado sus cinco partidos y, encima, junto al Leicester, el menos goleado de la competición. Los datos son elocuentes y no es extraño que en el Calderón LaLiga se haya aparcado y ahora la prioridad sea llegar a la final de Cardiff y traerse ese título, que solamente la buena suerte de los vecinos se lo impidió en las finales de Lisboa y Milán.

Al final el cholismo volvió al Manzanares. Se utilizó el trivote y se aplicó la velocidad en la contra para ganar a un PSV que vino a cumplir su papel de invitado de lujo con el mayor honor posible. Giménez dio consistencia a Godín, Tiago fue el policía encargado de barrer y recuperar los balones en la zona central y delante, incluso la doble G demostró que si tienen un poco de espacio son mortales ante la portería rival. Volvió el Atlético que pedía la grada y que tanta admiración levanta. Aunque en el primer tiempo se le notaba tocado moralmente por el derbi del sábado. Ahora va a afrontar tres mese de competición nacional para ir perfilando lo que debe ser ese bloque ambicioso que asuste en Europa. Madera le sobra para conseguirlo y victorias como las de anoche sirven para recuperar una moral que estaba siendo cuestionada por su arranque liguero. Simeone y su gente quieren coronar su obra trayendo la Champions al Calderón.