James no aprovechó la titularidad. No asomó con autoridad en la posición de media punta, menos aún cuando el Sporting plantó batalla en la medular, una vez ajustadas sus vías de agua de los primeros veinte minutos, que condenaron a los de Abelardo.

James no fue mejor que Isco, a quien relevó en el once. Su producción en 71’ de juego se redujo a un tiro lejano rechazado, 34 pases buenos y diez errores. Pero lo peor fue la sensación de no tirar del equipo que dejó el colombiano, sin conexiones claras con Benzema o Cristiano.

Su naufragio perjudicó a Modric y a Lucas Vázquez, desbordados de trabajo, enredados en el juego que el Sporting propuso en la segunda parte. El Madrid sufrió sin dominio del balón (el Sporting llegó a tener el 77% de posesión tras el descanso). Zidane acertó al relevar a James por Asensio, y luego apuntalar con Isco. El partido se le pudo ir de las manos al Madrid..

Tres centrales. Abelardo lo decidió y les costó ajustarse. Así, Cristiano dispuso de casi 5 metros para rematar en el segundo gol. Un despropósito.

Atrapados. La medular del Sporting logró controlar a la del Madrid. Bloqueó a James y Lucas Vázquez. Los de Zidane estuvieron muy apurados.