Un alemán que tiene palabra

El próximo 4 de enero, Toni Kroos cumplirá 27 años. Dicen los especialistas que es la edad idónea para un futbolista. En ella suele registrarse la plenitud física y personal. El alemán no podrá estar el sábado en el Clásico del Camp Nou (¡maldito dedo meñique!), pero a la afición del Bernabéu le regala una frase que apetece escuchar: “No contemplo ir al Barça. Es una cuestión que tiene que ver con el respeto”. No es una frase hueca. Los extranjeros se deben al profesionalismo extremo y no olviden que desde Barcelona hemos visto coger el Puente Aéreo hacia Madrid a Schuster, Milla, Laudrup o Figo. En la otra dirección recuerdo a Luis Enrique...

Kroos ha optado por hacer carrera de blanco hasta el fin de sus días futbolísticos. Colgará las botas con 32 años. Para entonces espera haber ganado un par de Champions más y alguna Liga (se le resiste desde que llegó a la capital). Tiene casa en Mallorca y le gusta nuestra cultura de vida. También la que ha encontrado en la capital. El Bernabéu le respeta, Zidane lo considera intocable (¡fue titular incluso en la ida copera de León!) y sus compañeros están más tranquilos cuando está el panzer en el campo. Toni verá el Clásico desde el sofá de casa. Pero su espíritu germánico estará presente en el Camp Nou. Kroos es como fue en su día Stielike. Un alemán con mayúsculas.